domingo, 17 de octubre de 2010




Los sueños gays de los heteros




No hay ninguna teoría que avale al 100% por qué la mente juega estas ‘malas pasadas’. Muchos dirán que el gay interno pide a gritos salir. Otros afirmarán que pocos heteros tienen este tipo de sueños. Pero son más los que callan que los que afirman que alguna vez sus sueños los han traicionado manteniendo relaciones con alguien de su mismo sexo. ¿Qué significan estos engaños? ¿Intentarán descubrir otro ‘yo’ que llevamos dentro? ¿O simplemente es un sueño y como todos los sueños, sueños son?
Este tipo de fantasías suele ser común en la adolescencia y perturba demasiado si aparece en una edad adulta, cuando las preferencias sexuales se supone que ya están claras. Los heterosexuales que han protagonizado alguna vez este tipo de sueños y se atreven a pedir consulta quieren que les reafirmen que no, que no son gays. Tranquilos, si lo tenéis claro, no tenéis nada que temer. “¿Nunca has soñado que matabas a alguien? No por eso te vas a convertir en un asesino”, tranquilizaMilena Zangirolami, psicóloga clínica del Instituto de Estudios de la Sexología de la Pareja.
Para la experta, existen dos vías para llegar a este tipo de sueños. La simbólica, que no se le debe dar la más importancia que la relevancia que se le da a cualquier sueño. “En estos casos, el protagonista de tus sueños suele ser algún amigo íntimo que va a cambiar de vida y ves peligrar vuestra amistad. Por ejemplo, un amigo o una amiga que se va a casar y sabes que a partir de ese momento ya no vais a disfrutar tan plenamente de vuestra amistad”. La segunda vía de acceso es la compensatoria, “cuando nos permitimos una vida secreta que nos sale a la conciencia pero que a lo mejor nunca nos interesa poner en práctica”.   
Un homosexual se define por el objeto erótico que los excita, no por sus sueños o por sus fantasías. Un sueño homosexual no es un deseo ni una inspiración. También los gays pueden soñar con relaciones heterosexuales, y eso no significa que se hayan equivocado de 'bando'.  Más de uno se preguntará a cuántas personas les 'traiciona' el subconsciente. Es imposible de cifrar.  “No se sabe ni se podrá cuantificar nunca. La mayoría de las veces que soñamos ni siquiera nos acordamos. Pero sí sé que son muchos más los que lo sueñan que los que lo cuentan”, afirma Zangirolami.
La psicóloga insiste en que no se tenga miedo a este tipo de ‘apariciones’ porque nadie puede controlar los sueños. Hay quien puede asustarse porque, según dicen algunos, los sueños nos revelan grandes verdades. Pero, ¿cuál es el riesgo? ¿La pérdida de la masculinidad? “Los que se atreven a pisar la consulta vienen presos de una gran angustia porque han perdido la seguridad en su identidad sexual, que supuestamente las tenían constituida”. No por soñar con un juego amoroso con alguien de tu mismo sexo va a cambiar tu condición sexual. Por lo menos, asegura la experta, no debería.
Si esta insinuación se toma a rajatabla y consigue que a alguien se le plantee un conflicto interior, “entonces debe acudir a un especialista para trabajar con su identidad personal”. Pero si uno se conoce bien a sí mismo y ha cuantificado la calidad de sus relaciones sexuales, ¿qué importa el género de la pareja en un sueño?

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